Salutación
Saludo. Salutación litúrgica Era costumbre, ya en el cristianismo de la Antigüedad clásica, de que el saludo precediera a las reuniones, a los discursos y encabezara la correspondencia epistolar; ejemplo de ello nos da el apóstol san Pablo en sus cartas, precedidas invariablemente por el saludo: «la gracia y la paz con vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo» (Epístola a los Romanos 1,7); y, también, con un saludo, «la paz sea con vosotros», inició el Señor la importante reunión con sus discípulos en el Cenáculo la tarde del día de su Resurrección (Evangelio de San Juan 20,19; Evangelio de Lucas 24,36). La salutación fue introducida en las reuniones litúrgicas de las primeras comunidades cristianas y ha pasado a ser un elemento de la liturgia. Las fórmulas tradicionales y más usuales de salutación son el Dominus vobiscum (“El Señor esté con vosotros”) y el Pax vobis (“La paz sea con vosotros”), aunque en los libros...
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